La canción «La cruel verdad» de Federico Gerhardt es una intensa inmersión en el estilo Delta Blues, con un toque moderno que mantiene su autenticidad. La pieza está magistralmente orquestada con coros profundos, una armónica melancólica y una guitarra slide que llora cada verso de la canción. Esta combinación crea una atmósfera cargada de emociones y una crudeza palpable que refleja el espíritu del blues tradicional.
La letra de la canción es una exploración honesta y sin reservas de una conversación transformadora, donde las verdades largamente escondidas finalmente emergen. «Hoy por fin, nuestras voces se encontraron,» comienza la canción, estableciendo inmediatamente el tono de un diálogo revelador. Los coros añaden una dimensión de resonancia a la historia, mientras que la armónica intensifica los momentos de introspección dolorosa.