Federico Gerhardt nos sumerge en un ocaso melódico con su más reciente creación instrumental, «Atardecer». Utilizando la peculiar resonancia de una Cigar Box Guitar (CBG) y el lamento nostálgico de la armónica, Gerhardt logra capturar la esencia emotiva de un día que se despide.

La pieza musical se desarrolla como una tarde que concluye, idealmente después de una lluvia que ha lavado las calles de la ciudad o ha dejado su brillo salino en la arena de la playa. Los ritmos de blues infunden una melancolía palpable que se alinea perfectamente con la imagen de un sol que desciende en el horizonte, dejando tras de sí un cielo que cambia de colores cálidos a tonos sombríos.

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